Agricultura, psicología, economía y salud.

Trabajar en el campo puede parecer algo tranquilo y menos estresante que el trabajo en la ciudad, y, aunque esto se sigue valorando así por muchas de las personas que han tomado la decisión de seguir en el campo, mayoritariamente, la realidad es muy diferente.

Efectivamente, a priori, sobre todo, desde la mirada de quienes vivimos en las grandes ciudades, ser agricultor o ganadero, siendo tu propio patrón, debería de resultar atractivo porque trabajar en la naturaleza, en un contexto, aparentemente, menos estresante, reúne muchos de los componentes requeridos para alcanzar un elevado bienestar psicológico.

No obstante, la realidad, difiere de estos planteamientos. El trabajo en la agricultura y la ganadería resulta ser, a pesar de la mecanización, un trabajo manual que exige un ritmo elevado y posturas corporales forzadas, que se desarrolla en largas jornadas laborales con equipos de trabajo y de protección personal inadecuados y que en la mayoría de los casos se realiza en condiciones meteorológicas extremas (lluvia, nieve, frio, calor, etc.). Además, generalmente el trabajo en el campo se realiza en un ambiente de gran soledad.

https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/agricultores-punto-limite-salud-mental-ansiedad-sale-poros_2024022565db50254129260001d70a2b.html

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/06/10/economia/1654861309_500453.html

CONTEXTO

El contexto en el que se desenvuelven las personas que trabajan en la agricultura y la ganadería no es, ni mucho menos, homogéneo.

La primera distinción sería entre propietarios y asalariados. En ambos casos podemos observar diferencias individuales de género (muchos más hombres que mujeres), edad (mayores vs. jóvenes), familiares y regionales y, también, respecto a la estructura, tipo y tamaño de la explotación.

Aunque, estas diferencias pueden variar significativamente el contexto en el que se desenvuelven agricultores y ganaderos, se puede observar una interacción importante entre trabajo, economía, psicología y salud (física y mental).

EXIGENCIAS

Además, cada uno de estos ámbitos, a su vez, presentan una serie de exigencias que, sin intención de ser exhaustivos podrían ser:

•Exigencias físicas

•Duro trabajo manual (a pesar de la mecanización)

•Posturas forzadas continuadas

•Equipos de trabajo y de protección personal inadecuados

•Condiciones meteorológicas extremas (lluvia, nieve, frio, calor, ..)

•Largas jornadas, ritmo elevado

•Trabajo en ambiente de gran soledad

•Exigencias económicas

•Considerables inversiones previas de inicio de la actividad

•Inversiones anuales importantes

•Falta de control sobre los precios de coste y de venta

•Incertidumbre sobre la magnitud y calidad de la producción

•Continuidad de la explotación a medio y largo plazo

•Burocracia

•Dependencia de subvenciones y ayudas

•Baja rentabilidad

•Exigencias sociales

•Carencia o círculos reducidos de apoyo social cercano

•En muchos casos, desplazamientos obligatorios para acceder a  servicios básicos de sanidad especializada, educación u ocio

•Aislamiento social

•Influencia y presión social de entornos muy poco anónimos

•Exigencias psicológicas

•Incertidumbres

•Estrés

•Ansiedad

•Depresión

•Disponibilidad cercana de profesionales

•Prejuicios y sesgos para acceder a la atención psicológica temprana

SITUACIONES

Aunque alguna de estas exigencias por sí solas ya tienen suficiente relevancia, la combinación de varias, ya sean del mismo tipo y, sobre todo si se combinan de tipos distintos o, como ocurre a menudo, interactúan entre ellas, se pueden generar situaciones negativas bastante graves.

Por ejemplo, largas jornadas con ritmo elevado y trabajo en ambiente de gran soledad combinados con falta de control sobre los precios de coste y de venta e incertidumbre sobre la magnitud y calidad de la producción junto a carencia o círculos reducidos de apoyo social cercano y la influencia y presión social de entornos muy poco anónimos, puede originar situaciones de elevado estrés, ansiedad o depresión.

Estas situaciones además se pueden ver agravadas por los prejuicios y sesgos para acceder a la atención psicológica temprana y la no disponibilidad cercana de profesionales de la psicología.

INCERTIDUMBRE, SOBRE TODO

En el aspecto económico, la agricultura se caracteriza por una gran dependencia económica externa. El sector primario no tiene, por lo general, control sobre el precio del producto, ya que la producción agrícola no se comercializa por los propios agricultores.

Tampoco se tiene control sobre el precio de las materias primas y herramientas necesarias para la producción y, además del duro trabajo, que debe adaptarse a periodos específicos y concretos para cada fase (siembra, mantenimiento, cosecha, etc.), aparece la dependencia de la magnitud y calidad de las cosechas de factores meteorológicos y ambientales incontrolables que generan una elevada incertidumbre.

De esta forma, como en cualquier otro sector productivo aparecen los riesgos psicosociales con consecuencias directas sobre la salud (en el ámbito de la salud laboral) y concretamente en la salud mental con cambios de comportamiento individual, social y familiar, actitud negativa, pérdida de rendimiento, ansiedad, estrés, etc.

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