PSICOLOGÍA ECONÓMICA. DEFINICIÓN, PROCEDIMIENTO Y ÁMBITO

“Los profesionales de la Psicología hemos de asumir el hecho, reiteradamente comprobado, de que las decisiones económicas tienen una marcada influencia sobre el bienestar de la gente»

Esta conclusión del profesor Ismael Quintanilla Pardo (2010), incluida en el artículo “Crisis Financiera y Economía Conductual” en el número 46 de la revista INFOCOP, pone de manifiesto la interrelación entre los acontecimientos económicos, las decisiones económicas y el bienestar de las personas.

QUÉ ES LA PSICOLOGÍA ECONÓMICA

Entre las posibles definiciones de psicología económica que podíamos utilizar, seguiremos la que nos ofrece el profesor Tomás Bonavía en una reciente entrevista que le hemos realizado.

“… el modo más preciso y sintético de definir la psicología económica es afirmar que estudia las conductas económicas. Objeto de estudio que compartimos con otras disciplinas, muy destacadamente con la Economía, lo que explica la naturaleza interdisciplinar de la psicología económica”.

Podemos añadir que esta interrelación se puede observar en ambas direcciones: de la economía a la psicología y, también, de la psicología a la economía presentando un proceso de retroalimentación entre las variables de ambas disciplinas.

Esto, por sí solo, debería justificar la necesidad de desarrollar un trabajo multidisciplinar entre economistas y psicólogos. De esta forma, las investigaciones y los conocimientos de unos y otros se verían complementados y tendrían un efecto multiplicador en la eficacia de las intervenciones.

Pero, en muchas ocasiones, se simplifica tanto la implicación de variables y procesos psicológicos en la toma de decisiones económicas que se llegan a confundir heurísticos y sesgos y, lo que aún puede ser peor, se puede llegar a diseñar intervenciones que, al no estar personalizadas para paliar las consecuencias negativas de las conductas asociadas a un sesgo concreto, no sean las más adecuadas.

Por esto, aunque seamos reiterativos, vamos a definir nuevamente ambos conceptos:

HEURÍSTICOS

El razonamiento es uno de los procesos cognitivos básicos por medio del cual utilizamos y aplicamos nuestro conocimiento.

Si no tuviéramos la posibilidad de hacer inferencias, dependeríamos de un conocimiento muy específico y puntual para cada situación que se nos presentara.

Dentro del razonamiento probabilístico aparece el enfoque de los heurísticos.

Así, los heurísticos constituyen reglas y estrategias intuitivas que se aplican, de forma deliberada o no, para producir una estimación o una predicción.

Los psicólogos Tversky y Kahneman iniciaron y desarrollaron un conjunto de investigaciones que sustenta la conceptualización de los tres tipos básicos de heurísticos: representatividad, disponibilidad y anclaje y ajuste.

Heurístico de representatividad

Los juicios de probabilidad sobre un suceso se ven afectados por el grado en que un caso particular es representativo de una clase.

El uso de este heurístico puede generar una alta propensión a desarrollar amplias, y en ocasiones muy detalladas, generalizaciones sobre una persona, circunstancia o evento basándonos en sólo unos pocos atributos.

Heurístico de disponibilidad

Los juicios de probabilidad sobre un suceso se ven afectados por la información disponible.

El uso de este heurístico puede generar juicios basados en información fácilmente disponible en la memoria o a través de fuentes externas y coartar una búsqueda y recolección razonables de información.

Heurístico de anclaje y ajuste

En numerosas situaciones las estimaciones se realizan comenzando por un valor inicial que se ajusta hasta alcanzar la estimación final.

El uso de este heurístico genera que, dependiendo del punto de partida, se alcancen diferentes estimaciones sobre determinado suceso.

SESGOS

Esta estrategia heurística, natural, rápida y económica en términos de esfuerzo y recursos cognitivos, pueden dar lugar a distintos errores sistemáticos también denominados sesgos o falacias, característicos de cada uno de ellos.

Como ejemplo de que cada tipo de heurístico presenta unos sesgos específicos, a continuación, presentamos los sesgos del heurístico de disponibilidad.

Sesgos derivados del Heurístico de disponibilidad

Sesgo de proximidad: Los acontecimientos más próximos, temporal, espacial y/o afectivamente, predominan sobre los más distantes, que son minimizados e ignorados.

Provoca una fácil y pronunciada distorsión de la probabilidad asignada a un suceso.

Sesgo de confirmación: Tendencia a buscar la información que confirma las creencias y puntos de vista previos.

Provoca limitar la búsqueda de información y a descartar la información que apunta contra las creencias establecidas.

Además, la facilidad con que se desarrollan las operaciones mentales de recuperación y asociación de información pueden llevar a creer que sucesos no relacionados están correlacionados generando las conocidas «Correlaciones ilusorias» que nos llevan a establecer relaciones causales entre sucesos que en realidad no tienen relación alguna.

ÁMBITO

Mediante la detección de los sesgos que influyen en la toma de decisiones, su diagnóstico y el consecuente diseño de intervenciones simples, se pueden orientar adecuadamente determinados aspectos del comportamiento de las personas, los grupos, las organizaciones y las sociedades.

Este sería el ámbito en el que puede operar la psicología económica o la economía de la conducta. Desde el individual al social pasando por el grupal (incluyendo el familiar) y organizacional.

Una respuesta a «PSICOLOGÍA ECONÓMICA. DEFINICIÓN, PROCEDIMIENTO Y ÁMBITO»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *